Pie Diabetico

 

El Pie diabético aparece cuando existen niveles inadecuados de glucosa en sangre y otros factores que concurren con frecuencia en las personas con diabetes (hipertensión arterial, hipercolesterolemia,...) que provocan un daño en los vasos sanguíneos y nervios, que pueden producir complicaciones a medio-largo plazo.

El daño a los nervios que produce la diabetes puede hacer que pierda la sensación en los pies. Es posible que no sienta un corte, una ampolla o una llaga. Las lesiones como éstas en el pie pueden causar úlceras e infecciones.

¿Cómo se trata el Pie diabético?

La prevención mediante revisiones periódicas es básica, para evitar futuras complicaciones. 

El calzado también es un factor importante a tener en cuenta, ya que es preciso usar calzado adecuado, a medida de la patología del paciente.

En nuestro centro tenemos en cuenta las particularidades que comporta ser un Paciente de Riesgo, por ello, desarrollamos un asesoramiento y un tratamiento completamente integral.

 

Para evitar estas situaciones, proponemos un decálogo para el cuidado de los pies de personas con diabetes: 

 

quiropodia21.- Inspeccionar a diario los pies para observar la presencia de ampollas, grietas o erosiones.

2.- Si se desgarrara la piel, debe limpiarse la zona con jabón y agua, aplicar un antiséptico y poner un apósito estéril. No poner el esparadrapo directamente en la piel y no enrollar los dedos porque dificultaría la circulación.

3.- Debe visitarse regularmente al podólogo y de forma inmediata si apareciera una úlcera, ampolla, herida o cualquier otra alteración, aunque sea indolora.

4.- Mantener los pies limpios, secos y suaves. Éstos se han de lavar con un jabón neutro y secarse exhaustivamente sin frotar, especialmente entre los dedos para evitar la maceración de la zona y que pudieran aparecer hongos.

5.- Hidratar los pies adecuadamente, excepto entre los dedos. Es recomendable no dar paseos largos justo después del baño para que la piel se recupere y la crema se reabsorba.

6.- Hay que evitar situaciones que puedan provocar lesiones en los pies. Por eso, es recomendable no utilizar instrumentos cortantes o punzantes (tijeras, cuchillas, cortauñas, agujas, etc.), las durezas y las uñas deben ser cortadas por el podólogo y evitar el uso de agentes químicos como los callicidas porque pueden producir quemaduras y no caminar descalzo.

7.-  Deben evitarse las temperaturas extremas. En invierno es aconsejable mantener los pies calientes con calcetines de lana y algodón y no aplicarles calor directo mediante bolsas de agua, mantas eléctricas, etc.

8.- Las personas que padecen pie diabético nunca deben ir sin medias o calcetines y éstos han de ser anchos y sin costuras para no restringir la circulación.

9.- Utilizar un calzado de puntera redondeada, acordonado, con suela antideslizante y tacón bajo. Debe estar confeccionado en materiales naturales para favorecer la transpiración y ser flexible para que se amolde perfectamente al pie.

10.- Cuando se compren zapatos nuevos, hay que inspeccionar con la mano el interior del calzado para detectar costuras o cualquier otro elemento que pudiera causar erosiones o laceraciones. Además, hay que utilizarlos poco a poco para que se amolden al pie y revisar después de su uso si hubieran provocado ampollas o zonas rojas.

 

Ponte en manos de los mejores profesionales en la Clínica Podológica Noemí Alberola. 

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